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Iker Casillas, portero del Real Madrid y de la selección española. |
Tras el trato que ha recibido Iker Casillas las últimas semanas por parte de prensa y aficionados, veo necesario partir una lanza a su favor. Madridistas y españoles le debemos mucho de lo que tenemos al mostoleño. Es un jugador que se deja la piel por su equipo y por su selección en cada partido, sin una mala cara ni un mal gesto. Es más, como capitán, es el que mantiene unido al vestuario y el que se encarga de mantener buenas relaciones con el resto de equipos. Sus memorables paradas nos han dado multitud de títulos que, de no haber contado con él bajo la portería, no habrían sido cosechados. Es injusto, pero sobre todo, incoherente, que Iker sea criticado por no celebrar un gol, por acudir a la concentración de la selección española con una camiseta de Francia, o por malas relaciones con algunos de sus compañeros. No os dejéis llevar por el morbo, y sí por lo que acontece sobre el césped. Lo que pasa es que Casillas nos tiene mal avezados, pues estamos acostumbrados a una actuación de 15 en cada partido, y la jornada en la que está un poco más flojo y aún así, actúa de 10, ya llueven palos contra él. Él, que hace caso omiso a las críticas sin fundamentos, sigue demostrando que es el mejor del mundo. Y es que el madrileño podría ser el segundo guardameta en ganar el Balón de Oro por sus éxitos conseguidos, no solo con el Real Madrid, sino también con la selección española tras la consecución de la Eurocopa 2008 de Austria y Suiza, el Mundial de Sudáfrica, en 2010, y la Eurocopa 2012 de Polonia y Ucrania. Hasta ahora, solo un portero se ha alzado con dicho galardón, fue el ruso Lev Yashin, más conocido como "la araña negra", que lo recibió en el año 1963.
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